El canterano recibió dos llamadas procedentes de San Sebastián, pero desestimó la propuesta
Tomás Andreu
Iñaki Badiola, el nuevo presidente de la Real Sociedad, intentó dinamitar la renovación de Moisés Hurtado por el Espanyol. El mandatario donostiarra llamó hasta en dos ocasiones al centrocampista para que congelara las conversaciones con el club blanquiazul hasta junio.
El primero de los contactos se produjo unas tres semanas antes de que Badiola accediera a la presidencia. Moisés tenía que ser uno de sus reclamos electorales, pero no obtuvo respuesta alguna del centrocampista. Poco después de erigirse como presidente, el pasado 3 de enero, Badiola insistió poniendo encima de la mesa una superoferta en caso de que la Real volviera a Primera División. La respuesta fue la misma. Moisés desestimó la propuesta, porque su prioridad siempre fue seguir en el Espanyol, y el pasado jueves rubricó su fidelidad al club blanquiazul ampliando su contrato cuatro temporadas con opción a una quinta.
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