Vuelve la épica
Debut en casa. La afición blanquiazul fijará hoy gran parte de su atención en el marco, donde Kiko Casilla toma el doble relevo de Kameni y Lafuente
Debuta Kiko Casilla y vuelven Iván y Riera en una tarde que pinta complicada
M.C. Cánovas - 27/01/2008
Montjuïc va a recuperar hoy aquel ambiente que envolvía al equipo cuando se jugaba la vida. Hoy no se la juega. Con 36 puntos y quinto en la tabla, la perspectiva del equipo no es la misma que cuando el fantasma del descenso amenazaba una semana si y otra también. Pero lo de hoy huele a que van a tocar a rebato. Las lesiones han diezmado el esquema de Valverde. Valverde cree a pie juntillas en todo lo que tiene dentro del vestuario, pero sobre el campo no van a estar ni Kameni, ni Jarque, ni Moisés Hurtado, ni Tamudo. Y ya veremos si De la Peña, aunque Iván entró en la convocatoria, como Riera.
El Espanyol va a ser hoy un Espanyol muy distinto. Va a ser un equipo sabedor de que si normalmente está obligado a jugar por encima del cien por cien, hoy más. Hoy el Espanyol va a jugar con un portero nuevo: Kiko Casilla. Con todo el apoyo y toda la confianza del equipo en este 'roookie' tarragoní forjado en la cantera madridista, pero nuevo. La defensa no va a sufrir variaciones, ni una medular en la que entre Lola, Ángel y De la Peña se puede componer un tándem que otras veces ya ha jugado. Y arriba todo apunta a Jonathan Soriano en la punta y a sus espaldas, Luis García. Y si Valverde se lo replantea, Luis dentro del área y tras él, Ferran Corominas. Veremos. Todo OK respecto a estos nombres. El crujir de dientes viene porque el que seguro que no va a estar es Raúl Tamudo. El resto de la pólvora, a disposición del técnico, que también incluye a Rufete en la lista.
Las dos derrotas encajadas por el equipo en los últimos quince días (Almería y Valladolid) no tienen porqué mermar su potencial, sus posibilidades de seguir en la parte alta de la clasificación ni su estado de ánimo. Pesan, eso sí, demasiadas ausencias a la vez. Y respecto al ánimo, la grada va a rugir hoy como cuando urgía ganar al Murcia, o a la Real. Y se les ganó.
Hoy quien amenaza es el Betis, un histórico en crisis de resultados. Hace siete días un empate en su casa ante el Recreativo le valía para salir de los puestos de descenso, pero los está bordeando. Es un rival herido.
El cuadro andaluz llega con la moral que le transmite su técnico, Paco Chaparro, un hombre pertinaz, que está dejándose la piel para salvar al Betis. Sus bajas son importantes. El tándem central de la defensa, Rivas y Nano, el portero Doblas (aunque el titular, el portugués Ricardo, está rayando a gran nivel) y José Mari, ese delantero intermitente pero de calidad incuestionable. Ni el sancionado Juande, ni Odonkor, Babic y Lima, éstos por decisiones meramente técnicas, viajaron.
El Betis llega a Montjuïc con su peligroso tándem atacante en forma: Edu y Pavone y a ellos les apoyará desde atrás una segunda una segunda línea compuesta de Mark González, Arzu, Capi y Caffa y desde la defensa, Damià, Juanito, Melli y Vega