Se han dicho y explicado muchas cosas de Moisés. Pero parece increíble que LUIS ARAGONÉS no se haya fijado en él.
UNO DE LOS GRANDES. Moisés Hurtado siempre ha cumplido, cuando el equipo lo ha necesitado. Cada jornada las evoluciones del medio van a más, por lo que Valverde no se imagina un equipo sin su presencia y su criterio. Foto AS
El volante afronta un reto importante este noche: jugar en el Bernabéu, el templo blanco y segunda casa de su descubridor y amigo: Manolo Romero.
Llegó de pequeño y ya es uno de los cracks.
Moisés Llorens 08/03/2008
Manolo Romero fue hace años técnico de la cantera blanquiazul. Hizo campeón del mundo al Cadete perico en Manchester, en una de las primeras ediciones de la Nike Premier Cup. Pese a tener buena reputación, el entrenador decidió aceptar la propuesta que le hizo el Madrid para que trabajara como ojeador en Cataluña. Romero es un tipo humilde. Sufridor blanco, siempre luce un pin del equipo de sus amores y cuando los culés le dicen algo, agacha la cabeza y se va por donde llegó. Pero volvamos a los inicios.
Manolo Romero llegó al Espanyol procedente del Mercantil de Sabadell. Cuando José Manuel Casanova le propuso la aventura, el entrenador dijo que sí al momento, pero puso una condición: llevarse a Moisés Hurtado. Siempre confió en el chiquillo, al que ubicó como centrocampista. El tiempo le dio la razón a Romero, que supo darle cariño y con- fi anza, cuando el chaval viaja a diario desde Ciutat Badia. Cuando habla del futbolista, el colaborador del Madrid se refiere como "mi niño", algo que el pivote recibe con mucho cariño.
Se han dicho y explicado muchas cosas de Moisés. Pero parece increíble que Luis Aragonés no se haya fi jado en él. El canterano es el sostén, la piedra angular de un equipo que pelea por regresar a Europa la próxima temporada. Si Moisés se constipa, el españolismo estornuda. Con la más teórica baja de David Albelda (ahora parece que no está apartado del Valencia, sino que Ronald Koeman no cuenta con él), el seleccionador debería seguir fijando su mirada en el Mediterráneo, pero un poco más al norte.
Si el valenciano se pierde la Eurocopa por falta de continuidad en su equipo, el catalán sería una excelente opción para cubrir su vacante. Valverde cada día valora más la labor del granítico futbolista. Sabe que con él en el campo es complicado que el equipo sufra un cortocircuito, algo que sí es capaz de provocar Moisés en la línea de medios rival. Además, el entrenador cada vez solicita más su opinión: qué ve, cómo lo ve, qué haría y cómo lo cambiaría.
Es básicamente un apoyo, un soporte silencioso y hermético, que huye con su 4x4 deportivo cuando la pregunta puede llevar algo de peligro y veneno. Moisés será hoy titular. Tratará de profanar el templo madridista, segunda casa de su amigo Romero. Éste lo trajo al Espanyol, el club que aprovecha sus buenas condiciones. Paco Herrera anda enamorado del medio; tal es el cariño que hace pocas semanas le ofreció la renovación, que el futbolista y sus agentes aceptaron. Es el sostén, la piedra angular del equipo de Valverde.
Diario AS
