Mari Carmen Torres Ayora
Diario Marca - Barcelona
22-10-07
El fútbol no se entendería sin hombres como Moisés Hurtado. Hace el trabajo menos vistoso, el menos aplaudido pero no por ello menos brillante, reconocido y necesario. Tiene una tarea ingrata, porque a ojos inexpertos no luce, pero su fútbol de contención, sus órdenes y sus robos de balón en el eje de la medular son tan necesarios en el fútbol como el juego creativo, que es el que se lleva todos los titulares y elogios. El que luce, el que encandila a la grada. Es uno de los canteranos más afianzados en el equipo pero quizá precisamente por eso, por ser de la casa, no tiene el trato, e incluso el contrato, que se merece. Ya se sabe que en esta tierra tendemos a valorar más lo de fuera que lo que tenemos dentro.Es una de las cruces que debe arrastrar el futuro compañero periodista que es Moisés.
En estos últimos años le está tocando jugar al lado de un monstruo como De la Peña. El talento del cántabro es abrumador, pero su fútbol genial es posible gracias a jugadores como el 22 perico. Él le da a 'Lo Pelat' los espacios, la tranquilidad y la cobertura necesarias para que el ex azulgrana pueda desplegar su talentoso juego vertical y su pase medido. Forman un tándem perfecto y gracias a esa estupenda dupla se entienden también los éxitos del Espanyol de los últimos años, la Copa del Rey del Bernabéu del 2006 y la final de la UEFA de la temporada pasada.
Pero llegar a ser titular indiscutible con Valverde no ha sido fácil para el futbolista de Sabadell. Ha tenido que readaptarse a la posición de centrocampista, muchos técnicos le ponían de central en sus inicios, y ha tenido que peregrinar en Segunda, estuvo cedido en el Eibar, para crecer como jugador. Pero todo curte. Todo vale si al final el premio es ser un fijo de tu club en Primera. Y todo este largo camino que inició desde que debutara con el equipo de Montjuïc el 11 de mayo del 2002, lo ha hecho sin rechistar, sin alzar la voz, con su habitual educación y saber estar. Porque Moisés no es sólo un jugador modélico dentro del campo, también lo es fuera. Es un jugador de trato amigable, cordial. No tiene nunca un 'no' para la prensa. Entiende de qué va esto del fútbol y la unión casi umbilical que hay entre los medios de comunicación y los jugadores. Estudiar Periodismo supongo que también influye en esta, a veces, difícil conexión.
Moisés tiene el respeto de la prensa, de sus compañeros, de todos los técnicos que ha tenido, que son bastantes, y de la grada, aunque, cosas del márketing y del fútbol, su camiseta no sea la más vendida.
Mari Carmen TORRES
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