RCD ESPANYOL 0 - SPORTING GIJON 1
Un misil de Carmelo rompe el partido
Moisés con fiebre y problemas gastrointestinales, tuvo que ser sustituido en el descanso
Que el acierto es un intangible valiosísimo en el fútbol es algo que ha quedado harto demostrado esta tarde en Montjuïc. El Espanyol perdió un partido en el que de ninguna manera se puede decir que fuera inferior a su rival, y en el que un tremendo disparo desde lejos le arrebató los tres puntos. El Sporting disparó dos veces en un partido que no pasará a la historia por su electricidad, sus ocasiones y su juego ofensivo y se llevó el gato al agua en casa de un Espanyol que lo intentó hasta el último segundo sin lograr el gol del empate.
Poco o nada sucedía en el encuentro durante la primera media hora de partido en un estadio Olímpico a merced del frío de estos últimos días. Un disparo con rosca de Nené que cercó la cruceta de Cuéllar fue lo más parecido a un “uy” que arrojó ese primer periodo. Aunque por contra, tampoco se habían vivido sobresaltos en la propia portería, y el partido y el frío llevaban más a la quietud que a la agitación. Pero entonces apareció Carmelo, para dejar todavía más fríos los ánimos en la grada de Montjuïc. El canario condujo el balón en un contragolpe y a treinta metros de Kameni conectó un tremendo zapatazo que se fue teledirigido a la escuadra, sin que el portero camerunés pudiera hacer nada para evitarlo.
El jarro de agua fría pareció querer decir a los de Márquez que algo más habría que hacer para conseguir unos tres puntos que ahora estaban mucho más caros que unos minutos antes. Los pericos adelantaron líneas y empezaron a jugar en el campo asturiano, pero poco peligro consiguieron crear, más allá de un disparo, de nuevo de Nené, que atajó un colocado Cuéllar.
El segundo tiempo empezó más o menos de la misma manera, juego parejo y entrecortado, constantes cambios de posesión y nulas ocasiones de gol. No fue hasta el minuto 62 que el Espanyol metió el miedo en el cuerpo a los de Preciado, con Román conectando un disparo a servicio de Luis García. Se lo empezaron a creer los pericos, que achucharon con más empaque el marco de Cuéllar. Coro fue quien gozó de las ocasiones más claras en ese tramo del partido, primero recogiendo un balón suelto dentro del área que no encontró portería y luego cabeceando un centro de Beranger que se perdió a escasos centímetros del palo derecho.
Para entonces, el Espanyol había conseguido cambiar el signo de la posesión. Ahora el balón era enteramente de los locales, y los intentos de contragolpe del Sporting jamás ofrecieron peligro, más allá de un disparo excelentemente desviado por Kameni. Pero los segundos iban pasando irremediablemente, y cada vez se vislumbraba más cercano el final del partido, con lo que la ansiedad fue creciendo entre nuestros jugadores, a los que cada vez costaba más enlazar a la búsqueda de la portería gijonesa. Así fueron consumiéndose unos minutos que no dejaron lugar a premio alguno para el ánimo perico, que se encuentra con una derrota ciertamente dolorosa, casi incomprensible a tenor de los méritos del rival. El mismo dolor que compartieron unas gradas de Montjuïc que animaron mientras que tuvieron fuerzas, y que quisieron mostrar su descontento cuando la derrota se hizo realidad.
Espanyol: Kameni; Sergio Sánchez, Jarque, Lacruz, Beranger, Moisés (Román, min.47), Ángel, Coro, Luis García, Nené (Valdo, min.62) y Tamudo (Jonathan Soriano, min.58).
Sporting: Cuéllar; Sastre, Gerard, Hernández, Canella, Camacho, Matabuena, Pedro (Barral, min.65), Carmelo (Andreu, min.75), Castro y Bilic (Kike Mateo, min.83).
Goles: 0-1: Carmelo, min.30.
Árbitro: Pérez Lasa (Colegio vasco). Mostró cartulina amarilla a Moisés (min.35), Jonathan (min.60), Lacruz (min.67), Roman (min.71), Luis García (min.77) y Kike Mateo (min.84).
Incendias: Partido de la decimotercera jornada de Liga disputado en el Estadio Olímpico Lluís Companys ante 19.350 espectadores. En el descanso del encuentro, se presentó la red de escuelas y centros de tecnificación del RCD Espanyol.
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