domingo, 26 de octubre de 2008

LA "ISLA MALDITA"


RCD MALLORCA 3- RCD ESPANYOL 0

UN PARTIDO CON DOS CARAS

Moisés Hurtado, fué el mejor blanqiazul



Un año más. Hay algo, no se sabe muy bien qué, pero algo hay que impide al Espanyol sumar en Mallorca. No valen estudios antropológicos, ni sociológicos ni, seguramente, de ningún tipo. Un par de acciones, sólo un par, certificaron que una grada que estaba muerta y un equipo que no sabía qué hacer, sumara tres puntos tan agradecidos. Lo cierto es que todo cambió en un lapso de 10 minutos y lo que eran bostezos y desesperación se tornó una sonrisa espléndida y gritos de ánimo en la grada. De entre la nada más absoluta el Mallorca sumó tres puntos gracias al poderoso juego aéreo de Aduriz. Sólo con eso porque a partir de ese instante ya no hubo más partido.

Andaban los locales un tanto desanimados por su marcha liguera y por los problemas internos que parecen haber llegado al club hasta el punto de que Arango se atrevió a calentar un poco los días previos con unas declaraciones poco elegantes sobre los delanteros blanquiazules. Por su parte, el Espanyol llegaba a Mallorca, otro año, con el hándicap de sus pobres resultados en la isla. De los 21 enfrentamientos sólo en dos oportunidades había podido llevarse la victoria. La primera hace 46 años y la segunda, en el 2000, cuando el equipo que dirigía Paco Flores ofreció uno de los partidos más completos de aquella temporada y mandó en el marcador de principio a fin.

Arrancó el partido con el único cambio de Coro en lugar de Román, con lo que Márquez rompía la hegemonía del equipo en los últimos dos partidos. El técnico blanquiazul esperaba la velocidad del de Banyoles jugando entre líneas. En lo demás, lo sabido: el Mallorca, atenazado por los últimos resultados y el Espanyol, solvente en defensa y esperanzado en ataque, queriendo recuperar la eficacia del inicio liguero.

Y así fue durante los primeros 45 minutos en los que los blanquiazules se acercaron con relativa comodidad a la meta de Moyà, aunque sin el acierto necesario para ponerse por delante en el marcador. El peligro local llegaba en acciones a pelota parada protagonizadas por Arango. Pero poco más. Sólo Martí aprovechó una indecisión de Nico Pareja en defensa para crear un espejismo de peligro en el minuto 33.

Antes, sin embargo, Nené, Moisés y Tamudo, en un par de ocasiones más o menos obvias, llevaron cierta intranquilidad al banquillo local y a la semidesierta grada de Son Moix (ahora Ono Estadi). La mejor oportunidad de la primera mitad la firmó Tamudo con un sorprendente remate desde la esquina del área grande que se escapó ligeramente por encima del larguero.

En la segunda mitad, sin embargo, el decorado cambió al poco de comenzar por el acierto de Aduriz al rematar un centro desde la derecha. El gol tranquilizó a los locales y les premió, nuevamente, con otra ocasión idéntica que Aduriz, de nuevo, materializó diez minutos después.

Con la ventaja en el marcador, los locales no sólo respiraron tranquilos sino que ralentizaron el partido y jugaron a buscar los espacios de un Espanyol que se lanzó abiertamente al ataque. Así llegó un pase para Varela que sólo tuvo que levantar por encima de la salida de Kameni para sentenciarlo de forma definitiva.

Ficha técnica:

RCD Mallorca: Moyà, Cléber Santana, Josemi, Ramis, Varela, Jurado (Castro, min.86), David Navarro, Arango (Keita, min.79), Martí, Aduriz (Webó, min.83) y Corrales.

RCD Espanyol: Kameni, Sergio Sánchez. De la Peña (Román, min.78), Luis García, Beranger, Nico Pareja, Nené (Rufete, min.61), Coro, Jarque, Moisés y Tamudo

Árbitro: Julián Rodríguez Santiago (C.Castellano-leonés). Por parte del Mallorca, enseña tarjeta amarilla a Aduriz (min.24), Cléber Santana (min.51), Josemi (min.64). Por parte del Espanyol, a Beranger (min.30), Jarque (min.66).

Goles: 1-0, Aduriz (min.48); 2-0, Aduriz (min.58); 3-0, Varela (min.75).