miércoles, 8 de abril de 2009

RCD ESPANYOL 3 - RCD CORUÑA 1

A PESAR DE TODO YO SIGO AQUI, PORQUE SOY PERICO MUERO POR TI





No nos vamos a rendir jamás. Con ese inequívoco mensaje deja el Espanyol esta 29ª jornada de liga, en la que el triunfo ante el difícil Deportivo demuestra claramente que los de Pochettino quieren, pueden, y saben salir de la complicada posición en la que se encuentran. El equipo fue el fiel reflejo de la pasión que nacía en las gradas, o viceversa, para sacar adelante un partido que no ha revestido facilidad alguna y que le acerca tres puntos a la salvación.

La Curva estuvo como siempre, IMPRESIONANTE

Antes del silbato inicial, todo eran buenas vibraciones. La grada empujaba y empujaba, los cánticos hacían temblar el estadio y toda esa fuera se transmitía de asiento en asiento hasta llegar al césped. Los jugadores blanquiazules, por supuesto, la sentían y quisieron apretar a su rival desde el primer momento, tanto con en balón, como sin él. No era nada fácil, sin embargo, porque el Deportivo demostró desde el inicio ser un conjunto muy bien trabajado, efectivo en la presión, y minimizó los espacios por donde completar las conexiones. Pero en el minuto 12, De la Peña encontró la buena. Leyó perfectamente el desmarque de Iván Alonso y le hizo llegar el balón a través de un resquicio en la retaguardia deportivista. El primer intento del uruguayo lo detuvo Aranzubia, pero no el segundo, tras el rechace.

Moisés realizó otro partido de notable muy alto

Tras el gol, el partido siguió jugándose en una baldosa, con las líneas muy juntas en los dos conjuntos, aunque el control del balón pasó al bando gallego. Las ocasiones no hacían acto de presencia, ante la estrechez defensiva impuesta por un equipo y el otro, y no fue hasta el minuto 36 que el Espanyol llevó el peligro de nuevo al arco visitante. Fue en una doble ocasión, primero de Iván Alonso, y después de Tamudo, pero sus cabezazos no encontraron el camino de la red. Sí lo hizo, dos minutos después, la rosca envenenada de De la Peña, para hacer subir el segundo tanto al casillero perico. Lo Pelat condujo el balón hasta la frontal del área del Depor y buscó con eficacia el palo largo de Aranzubía. 2-0.

Esa segunda bofetada hizo reaccionar al conjunto de Lotina, que enseguida consiguió recortar la distancia, en una jugada rápida por el lado derecho, que culminó Lassad con un disparo raso desde fuera del área. Los gallegos querían dejar claro que no se iban a quedar de brazos cruzados en un partido en el que también se jugaban mucho: ni más ni menos que acercarse a la zona más noble de la tabla, los puestos de Champions League.

Tras es el descanso, que empezó una marcha por debajo de lo vivido en el primer tiempo, el primer susto llegó a la portería local, con un disparo de Filipe, que blocó perfectamente Kameni. Desde ese momento, de nuevo subieron las revoluciones del encuentro, casi al mismo tiempo que de nuevo asumía el Espanyol el control. El choque adquiría más trascendencia casi a medida que avanzaban los minutos, y los marcajes eran de nuevo pegajosos, inclementes. Nadie quería errores. Guardado lo intentó un par de veces de zurda, afortunadamente sin suerte, pero eso sirvió para agudizar todavía más la atención de la zaga perica.

Pasaban los segundos y, aunque el Deportivo no amenazaba el marco de Kameni, el miedo era inevitable en una grada de Montjuïc que demasiados disgustos se ha llevado ya este curso. Aunque la realidad era que el que más se acercaba a la portería contraria era el Espanyol, los pericos sufrieron, más que disfrutaron los compases finales del encuentro. Pero en esos últimos instantes fue precisamente cuando se desató la alegría. El tercer gol de los de Pochettino acabó con los fantasmas y desbordó de alegría el estadio. Rufete, con la colaboración involuntaria de Lopo, culminó un contraataque perfecto que nació en una recuperación en campo propio. El cuero llegó a Nené, que dibujó una diagonal para encontrar al alicantino, que recortó a Filipe y buscó, y encontró, las mallas deportivistas. Faltaban sólo unos segundos para que el triple silbato final dejara a todo el espanyolismo mirando hacia arriba, con la cabeza bien alta, y el firme convencimiento de que se sacará esto adelante. La de hoy ha sido, de nuevo, una lección de pasión, de entrega a unos colores. Y lo seguirá siendo. La próxima, en siete días en Soria.


Ficha técnica:

RCD Espanyol: Kameni, D.García, S.Sánchez, Callejón (Rufete, min.77), De la Peña, Nico Pareja, Nené, Jarque, Moisés, Tamudo (Luis García, min.85) y Iván L.M. (Román, min.71).

RC Deportivo de la Coruña: Aranzubía, Filipe, Lopo, Ze Castro, De Guzmán, Verdú, Laure, Lafita (Valerón, min.60), Guardado, Pablo Amo (Pablo Álvarez, min.68) y Lassad (Riki, min.73).

Árbitro: Luis Medina Cantalejo (C. Andalus). Por parte del RC Deportivo, enseña tarjeta amarilla a Lopo (min.43), Laure (min.62). Por parte del Espanyol, a Jarque (min.50), Tamudo (min.55), Nené (min.83)

Goles: 1-0, Iván Alonso (min.12); 2-0, De la Peña (min.39); 2-1, Lassad (min.42); 3-1, Rufete (min.92)

Incidencias: 23.875 espectadores


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