El Espanyol mejora su imagen y firma un empate en un partido muy serio.
Gran partido de Moisés en el centro del campo, donde realizó un enorme trabajo para anular la linea de creación azulgrana.
Moisés pelea un balón con Iniesta, que salió como revulsivo FOTO: PEP MORATA
El Mundo Deportivo
MOISÉS ***: Sólido "La piedra angular del equipo. Defendió, saco al equipo de atrás para desahogarlo y se sumó al ataque. Gran partido en su vuelta al equipo"
Leo Messi bajo la estricta vigilancia de Moisés Hurtado
Quinto partido consecutivo sin ver puerta y primer punto. El Espanyol sumó un nuevo empate en el Camp Nou (segundo consecutivo) en un partido en el que tuvo que sudar de lo lindo para frenar el juego azulgrana y en el que recuperó, en algunos momentos, la imagen de seriedad de la primera vuelta, aunque sin poder incrementar su marca goleadora.
Llegaba el Espanyol al Camp Nou herido en su orgullo por los números tan complicados de la segunda vuelta en la que sólo había sumado tres victorias y nada más. El resto, derrotas. Los cuatro últimos partidos, por ejemplo, con un bagaje de nueve goles en contra y cero a favor. Unas cifras increíbles en un equipo que había sido un ejemplo de eficacia y solvencia durante la primera mitad del campeonato. Se diría que el Espanyol había ido subiendo como la espuma en la primera vuelta, pero había empezado a diluirse un poco en la segunda.
Por el lado azulgrana tampoco estaban para tirar cohetes. En todos los círculos de opinión culé, se apuntaba que la mirada no estaba centrada en el partido de hoy en el Camp Nou, sino en el del próximo Sant Jordi, cuando deberá enfrentarse al Manchester United en la Champions. Se decía eso para justificar que el Barcelona jugaría a medio gas, sin la tensión necesaria y reservando algunos titulares. Es una buena táctica. Si ganas, menosprecias un poco más al rival. Si pierdes, ya tienes excusa. En el Espanyol, por si acaso, nadie se lo creía. Tocaba derbi y tocaba sacar algo positivo de un estadio realmente gafe. Los blanquiazules han ido viendo cómo pasaban las temporadas sin poder sumar una victoria en el feudo de su gran rival ciudadano. Veintiséis años han pasado desde entonces. Un cuarto de siglo, un tercio de vida. 26 años, se dice pronto. Muchos socios blanquiazules no lo han podido ver. En Sarrià, sí. Y en Montjuic, también. Pero aquí, no.
En cualquier caso, el Espanyol arrancó valiente, controlando lo que podía en el centro del campo, defendiendo con rabia y buscando la meta de Valdés en cuanto había alguna opción de tiro. El meta azulgrana, acostumbrado a otras tardes plácidas se movió un poco más esta vez. Kameni, también. Lo pusieron a prueba su paisano Eto'o, el escurridizo Bojan y los oportunistas Giovanni y Xavi que se acercaban por el área visitante a la mínima.
Tras el descanso, Rijkaard sacó un poco más de artillería: Iniesta y Messi en lugar de Gudjohnsen y Giovanni. Y el equipo pareció darle las gracias. Messi a los pocos segundos ya había puesto a prueba a Kameni y un minuto después Eto'o hizo lo mismo. El partido se había puesto muy vivo, muy ágil, muy veloz, justo lo que no acababa de querer el Espanyol, que si antes se encontraba cómodo en este cuerpo a cuerpo, ahora le costaba enlazar entre líneas. Valverde también movió ficha con urgencia y sacó a Riera y Ewerthon por Luis y Rufete. No había cuartel.
El Espanyol se cerraba bien atrás y sus jugadores mostraban solidaridad entre líneas y generosidad en el esfuerzo para tratar de frenar los ataques azulgrana. Sólo cuando los de Valverde podían recuperar un poco de aliento se lanzaban en busca de Valdés. Tamudo, en el 78, se inventó una jugada en el lateral del área y colocó con intención la pelota lejos del alcance de Valdés, pero ligeramente desviada, lo suficiente como para que el Camp Nou enmudeciera unos segundos. Los mismos que duró el lamento un poco después, cuando Eto'o no llegó a un remate de cabeza por milímetros y que se incrementó al final con los pañuelos en la grada por lo que entendieron que era un mísero empate en vísperas del partido más trascendental de la temporada.
Ficha técnica:
Barcelona: Valdés, Zambrotta, Puyol (66'), Milito, Sylvinho, Xavi, Touré, Gudjohns. (46'), Bojan, Etoo, Giovani (46'), Pinto, Abidal, Márquez (66'), Iniesta (46'), Deco, Henry, Messi (46')
Espanyol: Kameni, Zabaleta, Jarque, Torrejón, Chica, Ángel, Moisés, Rufete (58'), L. García (58'), Coro, Tamudo (85'), Lafuente, D. García, Lola (85'), Valdo, Riera (58'), Jonathan, Ewerthon (58')
Árbitro: Pérez Lasa (Colegio Vasco).
Amonestó a Moisés (16'), Gudjohnsen (41'), Rufete (44'), Ángel (61'), Jarque (65'), Riera (65'), Puyol (66'), Tamudo (76'), Iniesta (82'), Kameni (88'), Milito (91'+), Messi (93'+), Xavi (94'+) y Ewerthon (94'+).
Incidencias: Camp Nou. 75.451 espectadores. Noche primaveral. Terreno de juego algo blando e irregular. No hubo presencia de grupos organizados de seguidores del Espanyol.
rcdespanyol.com